El arte de contemplar
El arte de contemplar posee un espacio y un tiempo propios. Reposa su actividad en la calma de la observación, no busca, no analiza, no calcula, es contrario a la presión del tiempo y del objetivo.
Su música es melodía que descansa a la conciencia suspendida en la armonía del mundo. Su aroma descubre belleza en un ritmo que otorga sentido a la vida.
Contemplar es el arte de viajar sin prejuicios, concede tiempo, libera de la caducidad, conduce al autoconocimiento, protege de lo superfluo, devuelve a uno mismo.
Ignacio Botella Ausina